Separar la urgente de lo importante es una de esas cosas que hay que aprender si no quieres acabar convertido en un multitarea poco efectivo que quiere abarcar más de lo que puede.
Pues bien, una vez atendidas esas urgencias vuelvo para dejaros un nuevo capítulo de mis desmemorias.
Es el más corto de todos, pero sin duda, el que más esfuerzo y tiempo me ha llevado en escribir y recordar, ya que habla de uno de esos episodios que todo el mundo quisiera borrar de su memoria.
Un pequeño tirón de orejas a esos educadores que no tienen en cuenta que lo más importante a la hora de enseñar no son los contenidos, sino la repercusión que puede tener la forma en que inculcamos esos conocimientos a nuestros alumnos y que, lo que para ellos puede ser una anécdota que contar en la sala de profesores, para el niño puede resultar algo que le marque por el resto de su vida.
No exagero, ya que a mí me pasó algo parecido. Es lo que intento explicar en este "De mayor (no) quiero ser", espero que os guste y que haya valido la pena la espera.
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De mayor (no) quiero ser
Tienes muy claro lo que no quieres ser... algo que mucha gente no lo tiene tan claro como tú. Un beso Carlos, me ha gustado mucho. Espero la siguiente entrega.
ResponderEliminarGracias Iciar¡¡¡ Un placer tenerte por aquí... un abrazo¡¡
EliminarY encima tenemos en común la pasión por cantar! Cada vez me gustas mas chaval!!
ResponderEliminarCreo que a mi hijo le pasa algo parecido con las exhibiciones públicas de habilidades....le gusta cantar y bailar y desfasarse con el Rock and Roll...pero en casa...creo que algún compañero le humilló... como siempre...GRACIAS
Y como siempre sacándome los colores... jeje...
EliminarGracias a ti Ana... Abrazos¡¡¡
que mala suerte la mia!! no lo puedo descargar!! intentaré desde el movil, Saludos y gracias por escribir sobre esto!
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